Mis queridos hermanos quechuas:

Todo lo que enseño es filosofía quechua, proveniente de la tradición de mis abuelos. 7 mil años de historia de una civilización que fundó Caral, Seshin, Chavin, Wari e Inca.

El pueblo quechua es como el pueblo tibetano, forjó una espiritualidad única en el mundo: La Pachaqhawana, un camino espiritual: El Qhapaq Ñan, una filosofía de vida: El Allin Kawsay y un modelo de ser humano: El Hatun Runa.

Conozco y aprecio que existan otros pueblos originarios, con sus propias tradiciones, lenguas, ritos y costumbres. Pero en lo que a mi respecta, solo enseño la espiritualidad de mis antepasados.

La cultura quechua es una cultura “madre” porque otras culturas y etnias fueron influenciadas por nuestra espiritualidad y la reinterpretaron en sus lenguas. Hubo innumerables “peregrinos y misioneros” quechuas que viajaron por todos los Andes desde el sur de Chile hasta Colombia, fueron los “Wankaqilli, posteriormente llamados “Wiracochas”, en la época inca esta actividad fue continuada por los “Miqmakuna” (Mitimaes) por los Incas tenían un profundo interés en propagar nuestra espiritualidad.

No está bien que el actual neochamanismo new age, mezcle diversas tradiciones, ritos y culturas originarias como si fuesen “una sola”. Esa mezcla hace mucho daño a las propias culturas originarias. Cada etnia y cada lengua indigena tiene su propia riqueza cultural y su concepción del mundo, no está bien mezclarla en un neochamanismo moderno.

Si uno quiere ser budista, debe estudiar y practicar el budismo a conciencia y en profundidad, lo mismo si desea ser taoista, vedanta advaita o judio cabalista.

La espiritualidad andina del pueblo quechua es completa de inicio a fin, es una tradición espiritual de 7 mil años de antigüedad. Los símbolos sagrados del Condor o la Serpiente ya estaban en telas de Huaca Prieta de 6 mil años de antigüedad.

Con muchísimo respeto por las demás tradiciones, afirmo que la Espiritualidad Andina del Qhapaq Ñan de la Civilización Quechua, no necesita ningún agregado. Si alguien desea practicar esta espiritualidad, debe aprender a respetar la pureza y autenticidad de cada tradición espiritual.

Contrariamente a lo que se pueda creer, yo no soy chamán, ni chamanista, ni indigenista, ni indianista. La palabra “chaman” (shaman) es un término demasiado amplio y engloba demasiadas culturas, desde toda América hasta Siberia y Groenlandia.

Los quechuas ofrendamos con el “Corazón florido” nuestra espiritualidad a la humanidad entera. Mas eso no significa permitir que nuestras concepciones se distorsionen por el chamanismo new age y otros movimientos sincréticos.

El internet lo aguanta todo y Youtube aun más, a diario vemos vídeos pseudo-científicos, pseudo-religiosos, alienigenas y UFOS que distorsionan o se inventan toda clase de pseudo-teorias sobre nuestros abuelos Incas. Como dije, el internet lo aguanta todo.

A diario se insulta la memoria de nuestros antepasados Incas, en teorías que sostienen que eran “vikingos” “alienigenas” “atlantes” “lemurianos” “antediluvianos” “de otras dimensiones” “aymaras-puquinas” “japoneses” o hasta “arios” Otros “documentales” retratan a los abuelos Nazcas como “extraterrestres”

Animo a mis paisanos quechuas a no dar crédito ni compartir tales sandeces que abundan en internet. La mejor forma de comprender una cultura, su tradición y su espiritualidad es a través de la lengua en primer lugar. (el quechua) y luego comprender su filosofía, pues la espiritualidad no es otra cosa que la puesta en práctica de una filosofía, un pensamiento de vida.

La civilización quechua tiene una cultura demasiado extensa, demasiado profunda y demasiado rica como para echarla a perder con esos videos de personajes que carecen de seriedad y de amor por nuestra cultura y nuestra tierra.

Con esto, no deseo criticar a nadie. Solo pido a mi pueblo Quechua cuyo nombre real es “Hatun Runa” (quechua es un exonimo) pido a mis “Pirwa churin” (Hijos de Pirwa Pakariq, nuestro ancestro Pirua)

“Que así como un ave tiene plumas de bellos colores y una flor destila bello perfume, busquen el fragancia y la pureza de la espiritualidad andina de nuestros abuelos”

Y recuerden, que una joya jamás se ensucia. De igual forma, la belleza de la espiritualidad de nuestros abuelos, no debe ser ensuciada con sincretismo católico o new age, ni con el sincretismo de las redes sociales.

Una joya es como el oro resplandeciente del Qorikancha Pachayachachiq Wasin, la Casa Resplandeciente del que Habita el Universo, nuestros Illa Teqse Wiraqocha. que es La Luz Interior del Kawsay Pacha (Cosmos viviente) y de nuestros corazones Allin Sonqo. Y el amor por nuestra Pachamama verde,

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