La muerte es quizás uno de los momentos más difíciles de la vida, es difícil de aceptar y comprender, porque no aprendimos a fluir con ella y comprenderla.
Nos enseñaron a vivirlo como un evento traumático, en lugar de vivirlo como un proceso natural de gran importancia en el cual debemos agradecer y honrar con Serenidad, Amor y Templanza al Espíritu Santo que nos acompañó en esta experiencia de vida, deseándoles una buena viaje hacia su nueva experiencia evolutiva de su espíritu.
La palabra «Muerte» tiene tantas influencias negativas que deberíamos eliminarla de nuestro vocabulario y llamar a este proceso «Trascender» o «Trascendencia» porque eso es lo que hacemos, trascender a otra realidad, adecuada a nuestro estado de conciencia. Todos los miedos que tenemos en la Vida, la no aceptación de los ciclos, el apego, las dependencias y las falsas seguridades que creamos tienen su raíz en el miedo a la muerte. Sólo el conocimiento, la comprensión y el amor nos mostrarán para qué nacimos, qué somos temporalmente en este mundo material y que dejamos el cuerpo físico.
Si pudiéramos entender que no somos un cuerpo con espíritu, sino un espíritu con un cuerpo temporal para pasar por un ciclo de vida terrenal. La pregunta no sería ¿POR QUÉ NOS MORIMOS?, sino “¿POR QUÉ TOMAMOS ESTE CUERPO FÍSICO?”, cuál es nuestra misión de vida y por qué abandonamos nuestro cuerpo físico” y hacia dónde, en este Universo infinito, nos dirigimos.
Cuando un ser querido deja este mundo material en el que experimentamos la vida, está naciendo en otros planos de existencia continuando su libre evolución. Si abandonamos el apego y el sufrimiento y activamos el Amor incondicional hacia la persona que ha emprendido el viaje a otro mundo nuevo, los sentidos del Alma pueden percibir la energía y el Amor del ser amado que se fue.
Recuerda siempre la chispa de vida que el ser amado tenía en sus ojos, recuerda su energía y su amor. Todo lo que fue y es, ahora existe en una frecuencia diferente que nuestros sentidos físicos no pueden o no pueden permitir percibir, simplemente ha dejado esta pequeña frecuencia para pasar a otra evolucionando en conciencia, según su propia misión cumplida en su existencia.
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