El chamanismo es la práctica espiritual más antigua de la humanidad. Muchos antropólogos creen que la práctica data desde hace más de 100.000 años. El chamanismo se ha practicado en partes de Asia, Europa, África, Australia, Groenlandia y Norte y Sud América. Hoy en día se continúa practicando en todo el mundo.

La palabra chamán viene de la tribu de los Tungus en Siberia y quiere decir “el que ve en la oscuridad”. El chamán es un hombre o mujer que aborda los aspectos espirituales de la enfermedad, realiza recuperaciones de alma, adivinación, ayuda a las almas de las personas fallecidas a cruzar y realizar una variedad de ceremonias para la comunidad. Los chamanes han tenido muchos roles en las comunidades tribales. Han actuado como curadores, doctores, sacerdotes, psicoterapeutas, místicos y narradores de historias.

Los chamanes perciben la forma espiritual de la enfermedad, que puede manifestarse a nivel emocional o físico. Muchas culturas chamánicas alrededor del mundo consideran que la enfermedad se debe a la pérdida de alma.

Siempre que sufrimos un trauma emocional o físico, una parte de nuestra alma se escapa del cuerpo para sobrevivir a la experiencia. El alma es nuestra esencia, nuestra fuerza de vida, la parte de nuestra vitalidad que nos mantiene vivos y evolucionando.

Los tipos de trauma que pueden causar pérdida de alma en nuestra cultura sería cualquier tipo de abuso sexual, físico o emocional. Otras causas pueden ser un accidente, estar en una guerra, ser víctima de un acto terrorista, actuar en contra de nuestros principios, estar en un desastre natural (un incendio, huracán, terremoto, tornado, etc.) someterse a una cirugía, el divorcio o muerte de un ser amado.

Cualquier evento que cause un shock puede causar pérdida de alma. Y lo que puede causar pérdida de alma en una persona puede no causarla en otra.

Es importante entender que la pérdida de alma es algo bueno que nos sucede. Es así como sobrevivimos al dolor. Si fuera a estar en un accidente de coche, el último lugar donde querría estar al momento del impacto es en mi cuerpo. Mi psique no podría soportar ese tipo de dolor. Entonces, nuestras psiques tienen este mecanismo de auto protección donde una parte de nuestra esencia o alma abandona el cuerpo para que no sintamos el impacto completo del dolor.

En psicología se habla acerca de esto como disociación. Pero en psicología no se dice qué es lo que se disocia y adonde va esa parte. En chamanismo sabemos que una parte del alma abandona el cuerpo y va a un territorio de realidad no ordinaria, al mundo de abajo, a la Madre Tierra, donde se siente protegida y espera hasta que alguien intervenga en el reino espiritual y facilite su regreso.

Aunque la pérdida de alma es un mecanismo de supervivencia, el problema desde el punto de vista chamánico, es que la parte del alma que escapa no vuelve por sí sola. El alma no sabe que el trauma ya pasó y que puede ser seguro regresar.

El rol del chamán es entrar en otro estado de conciencia, rastrear donde se encuentra el alma y retornarla al cuerpo del cliente.

En la Dirección NORTE de la Rueda Medicinal se aprende la Recuperación de Alma. Con esta técnica traemos de regreso esos fragmentos de alma, transformamos los contratos limitantes en declaraciones de viaje libertarias y luminosas, recibimos regalos y animales de poder que nos ayudan a integrar esos fragmentos y continuar el viaje del alma sintiéndonos completos, vivos y presentes.

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Alberto